REVISTA ESPAÑOLA DE

Vol. 38, n.º 1, 200
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ARTÍCULO
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EDITORIAL

Editorial

José María Rivera Pomar

  

La importancia de la imagen en Medicina es fundamental. Pero dentro de las disciplinas médicas morfológicas, la más importante sigue siendo la Anatomía Patológica, aunque existen hoy muchas variantes del estudio morfológico de las lesiones aparte de la nuestra. Algunas constituyen hoy la base fundamental de verdaderas especialidades, como son el Radiodiagnóstico convencional y digital, la TAC, la Resonancia Magnética, la Ecografía (en fin, todo aquello que hoy conocemos como técnicas de imagen). En éstas, en lugar de la visión directa o a través del microscopio, son los rayos X y las ondas ultrasónicas las que facilitan la imagen. Y no deja de ser sorprendente que los que las utilizan hagan diagnósticos que luego coinciden con los nuestros microscópicos (angiomiolipoma renal, por ejemplo). Son, en una palabra, variantes de la Anatomía Patológica, aunque en la mayor parte de los casos sea la fotografía en blanco y negro su soporte común.

El estudio directo de la imagen patológica es la base del diagnóstico en otras especialidades tales como la dermatología, la patología digestiva, la urología y todas aquellas en las que se usa la endoscopia. Para éstas, la utilización de la imagen en color es también fundamental.

La Anatomía Patológica tiene, gracias al estudio exhaustivo de las lesiones, tanto macroscópico como microscópico, una importancia capital y su aprendizaje es la base sobre la que se soportan de modo definitivo los diagnósticos efectuados por los clínicos de estas especialidades.

Desde hace ya muchos años, en el siglo XIX, la utilización del color en la imagen médica ha sido considerada como fundamental. Comienza por los atlas con dibujos iluminados. Sin embargo, la fotografía en color no se desarrolla hasta la creación en 1907 de las placas autocromas de los hermanos Lumière, momentos en los cuales también nuestro Premio Nobel, D. Santiago Ramón y Cajal ideaba ya su sistema de fotografía en color, que publicó en 1912 con su trabajo «La Fotografía de los colores». Sin duda, uno de los propósitos fundamentales de Cajal era justamente el uso del método fotográfico en color en la ilustración científica y la sustitución del los dibujos realizados en la cámara clara por la técnica microfotográfica.

Nosotros hemos permanecido muchos años manteniendo el sistema en blanco y negro en nuestras publicaciones. Pero no hemos sido solamente nosotros, ya que una gran parte de las publicaciones médicas se han limitado a incluir solamente algunas planchas en color intercaladas entre las páginas en blanco y negro. Es evidente que los motivos por los que se mantuvo la impresión en blanco y negro fueron estrictamente económicos.

Ha llegado el momento del cambio, porque el desarrollo tecnológico y el abaratamiento de los costos de la fotografía y también de su sencillez, gracias a los sistemas digitales, lo ha facilitado. También la disminución en los costos de la composición y de la impresión a color han hecho posible que con ello inauguremos esta nueva etapa: A partir de este número, la Revista Española de Patología saldrá completamente en color.

Como puede observarse, también hemos cambiado la maquetación general de los artículos, de modo que sea más acorde con la de otras revistas internacionales similares. Esto ha significado que, al disminuir al tamaño de la letra empleada y al ser toda la impresión homogénea, los contenidos ocupen un menor número de páginas. A partir de ahora el número de páginas disminuye de unas 220 a unas 70 más o menos y el número de artículos de cada número no varía sustancialmente.

Seguiremos manteniendo la portada por su seriedad y porque es de todos bien conocida. Todo cambio en la portada dificultaría su identificación a primera vista. No importa que sea clásica, pero es bastante característica.

En fin, damos comienzo a una nueva etapa, que creemos muy importante. Pero consideramos que la mejora en la edición no depende solamente de los responsables de la misma. Depende, sin duda, de los autores. Depende de la calidad de lo que se envía para publicación, del orden en las organización de los manuscritos, siguiendo estrictamente las normas de publicación y de un exquisito cuidado en la elaboración de las fotografías en color (que muestren claramente lo que se quiere ilustrar, que se hagan sobre una adecuada selección de los preparados a fotografiar en lo que a coloración y grosor se refiere, que tengan un enfoque perfecto y una temperatura de color y balance de blancos adecuadamente realizados).

Esperamos de todos nuestros lectores las sugerencias y comentarios que consideren oportunos.